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España es el segundo país de Europa con más sucursales bancarias.
Contenidos
- España es el segundo país de Europa con más sucursales bancarias.
- Las oficinas funcionarán sin efectivo al igual que en Europa.
- Las oficinas bancarias no rentables no podrán mantenerse.
- Los empleados bancarios no pueden ser administrativos ni realizar funciones de cajero automático.
- Actualmente el 65% de la población no acude a las sucursales bancarias.
- El número de empleados en las sucursales es cada vez más bajo.
- Las gestiones diarias sólo se podrán hacer online o en cajeros automáticos.
Actualmente España es el segundo país de Europa con más sucursales bancarias. Hasta el 2017 era el primero.
De hecho sólo Francia tiene más sucursales. España tiene 46 oficinas bancarias por cada 100.000 habitantes, Francia 47. La media europea es 20.
A pesar de los cierres masivos de sucursales seguimos siendo un país donde nos sobran muchas oficinas bancarias. Ante este panorama no adaptarse a la digitalización es una lucha en vano.
Las oficinas son elementos a extinguir en nuestras calles y no estamos hablando de décadas si no de años.
Las oficinas funcionarán sin efectivo al igual que en Europa.
En Europa la oficinas bancarias funcionan sin efectivo. Las funciones de caja hace tiempo que dejaron de ocupar espacio en las oficinas bancarias. El efectivo se retira en los cajeros que además los podemos encontrar en múltiples establecimientos comerciales desde supermercados, estancos o gasolineras.
Las oficinas bancarias pasan a ser centros de negocios. Las oficinas bancarias serán un punto de encuentro para asesoramiento financiero y comercialización de productos de valor añadido que aporten rentabilidad al negocio bancario.
El negocio bancario en el actual panorama de intereses bajos no está en el crédito y en el depósito. Ya el negocio tradicional de los bancos ha cambiado.
Las oficinas bancarias no rentables no podrán mantenerse.
Las oficinas bancarias en Europa son macro oficinas dedicadas exclusivamente al asesoramiento financiero de los clientes. En España las oficinas bancarias tendrán que dejar de prestar servicios no rentables si quieren sobrevivir y adaptarse a los nuevos entornos y todo ello a pesar de la clientela tradicional.
Si no fuera así en pocos años el sistema financiero español quedará en manos de las grandes fintech y otros establecimientos financieros extranjeros que se harán con el mercado español.
Los clientes bancarios dejaran de ser usuarios para ser clientes. Clientes que tendrán que dar una contraprestación a la entidad para que ésta les pueda seguir prestando sus servicios. Contraprestación que será bien vía comisiones o bien vía contratación de productos.
Los empleados bancarios no pueden ser administrativos ni realizar funciones de cajero automático.
Las meras funciones administrativas que no aportan valor a la entidad tienen que quedar relegadas a canales más baratos y eficientes tales como cajeros o vía online. Ningún empleado bancario va a quedar fuera de los roles comerciales que son y serán los principales objetivos de la banca y la única forma de ser rentables y sobrevivir.
La época del cajero administrativo dando dinero detrás de un mostrador ha pasado a la historia por más que protestemos. Ninguna entidad financiera va a poder mantener empleados no rentables en sus estructuras.
De hecho el principal banco de España todavía no se ha pronunciado sobre la posibilidad de aumentar el horario de sus ventanillas. Realmente es aplazar lo innegable: las labores puramente administrativas van a quedar fuera de las oficinas bancarias.
Actualmente el 65% de la población no acude a las sucursales bancarias.
Realmente no hace falta ir al banco en el día a día pero sí necesitamos atención personalizada en determinados momentos. Serán en estos momentos en los que la oficina física deba estar presente y no perder la oportunidad de atender a esos clientes que requieren un servicio que no puede dar un cajero automático.
Las oficinas con empleados cada vez más especializados se tienen que concentrar en atender a los clientes cuando requieran un servicio de valor añadido que no puede satisfacerse completamente a través de canales alternativos.
El número de empleados en las sucursales es cada vez más bajo.
Con un número cada vez más bajo de empleados en las sucursales bancarias éstos no podrán dedicarse a labores que no aporten valor a la entidad. Tendrán que intentar dar respuestas a las demandas más rentables para lo cual no queda más vía que usar las citas previas y los cribados en las peticiones.
Es importante que la oficina y el gestor se hagan presente en el asesoramiento en el momento de comprar de una casa, de una reforma importante, de la planificación de la jubilación o de la cartera de seguros o inversiones.
Las gestiones diarias sólo se podrán hacer online o en cajeros automáticos.
Las gestiones bancarias diarias tendrán que ser realizadas a través de canales alternativos pues ningún trabajador cualificado va a estar destinado a labores administrativas.
El negocio bancario cambia a un ritmo vertiginoso al igual que los demás aspectos de la vida cotidiana y no nos quedará más remedio que adaptarnos. La adaptación habrá que hacerla de forma paulatina o «a empujones» pero no podemos evitarla.
En definitiva, estamos una vez más a la cola de Europa. Es nuestra obligación como usuarios de una banca española hacer que está sea rentable y pueda permanecer en el cada vez más exigente mercado financiero.
Si ralentizamos o incluso ponemos trabas en el avance de la digitalización sólo estamos poniéndonos piedras en nuestro propio camino para tener un sistema financiero español fuerte y sólido.